Imagen de la planta termoeléctrica que Forestalia -promotora del proyecto en Guardo- levantó en Cubillos del Sil. / César Sánchez (ICAL)

La CHD concede la autorización de uso de aguas subterráneas para el proyecto

La central térmica por Biomasa de Guardo ya tiene uno de sus elementos fundamentales: el agua.

Dos años después de iniciar los trámites para tener acceso al líquido elemento, la Confederación Hidrográfica del Duero ha dado los permisos para que el proyecto de Desarrollo Eólico Las Majas XXII, perteneciente a Forestalia, pueda sacar de las masas acuíferas subterráneas el agua necesario para su funcionamiento.

Absorberá el agua de la masa denominada Carrión, sin apenas explotación actual salvo para las instalaciones ganaderas en la zona, mediante dos sondeos realizados a 320 metros de profundidad en los dos puntos del Polígono de Campondón.

La captación de agua tendrá un caudal máximo instantáneo de 65 l/s, mientras que el volumen máximo anual solicitado es de 1.755.000 m³, que en su mayoría servirán para la refrigeración de la planta.

Después de dos intentos previos con aguas superficiales, el proyecto obtiene ahora el permiso de uso de agua. Un proyecto vinculado a otro en la localidad guardense, como el es el de la fábrica de pellets, también de la mano de Forestalia.

La fábrica de pellets de Guardo tendrá el apoyo y financiación del Ministerio de Industria

La concesión del aprovechamiento de agua tiene una vigencia de 25 años. Pero el agua por sí solo no garantiza la viabilidad del proyecto guardense, dado que la futura planta termoeléctrica de Guardo necesita de otras cuestiones. Por ejemplo, la capacidad para vender energía a la red y eso depende de las subastas de capacidad para el sistema eléctrico que saque el Gobierno y que el proyecto se haga con esa capacidad.

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