En 2004 un pequeño grupo de amigos, de diferentes edades, unos veraneantes y otros del Revenga de Campos, decidieron juntarse y formar la Peña BUXACAS.
Recordamos los inicios con mucha ilusión, unos pocos chiguitos, donde no había nadie mayor de edad, elegimos el color naranja y negro como identificativo en nuestros petos y camisetas. En esos tiempos el Ayuntamiento nos cedió un pequeño local (La Casa de los Gallegos) donde nos reuníamos antes y después de la verbena, los pasacalles y hacíamos tiempo hasta las famosas sopas de ajo de El Fardel.
Después pasamos por la cochera de la Capilla donde teníamos un pequeño espacio para juntarnos y poder tener alguna nevera donde enfriar las cervezas.
Hasta entonces todo era diversión sin preocupación, pero en el año 2009 decidimos juntarnos con la Peña El Desfase en el Pósito, un local del Ayuntamiento, el cual conlleva bastante trabajo.
El primer año fue para probar que nos entendíamos las dos peñas y que todo funcionaba correctamente. Una vez pasada la prueba de fuego nos fusionamos en una única Peña, Los Buxacas, donde nos decantamos hacía el color amarillo y negro y duplicamos el número de peñistas.
En un pueblo es muy importante tener un local donde poderse juntar, pues es lo que hace la unión, la amistad y ese grupo conocido como Peña. Para poder disfrutar también hay que saber organizar y la Peña BUXACAS lleva quince años organizando, entre otras cosas: el torneo de futbito, la discomóvil, la charanga y elaborando nuestra rica limonada. Todo ello conlleva una gran labor que desempeñamos con mucho gusto.
Los miembros de la Peña no siempre fuimos los mismos, nos hacemos mayores y adquirimos responsabilidades laborales y personales y no todos los años se puede acudir al pueblo para San Lorenzo.
Al final los Revenguinos, siempre disfrutan de la fiesta, pero también son los que más “pringan”.
Una de nuestras señas identificativas es nuestro carro fabricado en su totalidad por nuestro peñista Álvaro, que nos acompaña tanto con la música, como con la bebida que ofrecemos a los Revenguinos y visitantes en fiestas.
En los últimos años este carro se ha llenado de niños, hijos de los peñistas, ataviados con la ropa de peña para orgullo de sus padres.
Un emotivo recuerdo para los choricillos de la Pili, el tambor con el que despertábamos al pueblo por las mañanas y los canticos “Paco, Paco, Paco…” en la puerta del Bar de la Angelines, donde los desayunos se juntaban con los vermut.
Dicho esto, esperamos hacer otros 20 años en este magnífico pueblo y seguir colaborando como hasta ahora; Abrimos las puertas a qué algún grupo de valientes y trabajadores quieran coger el relevo para seguir dando “servicio” a la gente que se acerca en fiestas. Y que la Peña Buxacas siga dando buenos momentos al pueblo de Revenga.
¡VIVAN LOS BUXACAS! ¡VIVA SAN LORENZO! ¡VIVA REVENGA!
*Los Buxacas
