El municipio encara la quinta fase de la renovación de su alumbrado público para pasarlo al led
Hay ayuntamientos que lo encaran todo de una vez. Otros que llevan años, incluso más de una década como la capital palentina, tratando de sustituir las bombillas por los diodos y aún les quedan y municipios que poco a poco, sin dejar pasar tanto tiempo, van acometiendo por fases la modernización de sus farolas y puntos de luz.
Es el caso de Guardo que encara su quinta fase de renovación de las luminarias de alumbrado público con cargo al “Fondo de Cooperación Económica Local General Desafíos Demográficos para el año 2024″ y con un montante superior a los 120.000 euros.
154 luminarias que irán desde los 20 W de las readaptaciones de las farolas fernandinas existentes a los 55 de las nuevas luminarias viales.
Tal y como muestra el proyecto, esta nueva fase afectará al centro de la localidad. Así, se cambiarán farolas en las calles Picón, la plaza de la Constitución, la avenida de San Miguel, la calle Jorge Manrique, en el monumento al Minero, en la calle Santa Bárbara, en la calle La Unión; en la de Santa Ana y en la de Valdecastro y La Cañada.
También habrá nuevas luminarias de tipo led en las calles Jacometrezo, del Instituto, Herradura, Bajo Otero, El Otero, La Iglesia, Los Enríquez, San Juan y de la Golondrina. Igualmente en la de La Parra, El Espigüete, Barquillo, Erona, junto a la Guardería Infantil Apeninos; en la calle Díaz Caneja y en la avenida de Santander.
Se instalarán también en los alrededores del Cuartel de la Guardia Civil, en la calle La Puentecilla, Roblona, La Olma, Plaza de Don Edmundo, calle Serval, el Sauce, La Loma, Luis de Felipe, la Tejera, La Paloma y Calle Prado, así como en la calle Media y calle Cerro.
Para acompañar la renovación se instalarán dos nuevos cuadros de control, aunque algunas fases de las nuevas farolas estarán vinculados a cuadros ya renovados en otras actuaciones anteriores.
El proyecto recoge que como ventajas del LED se pueden encontrar el bajo consumo de energía, mayor tiempo de vida, tamaño reducido, durabilidad, resistencia a las vibraciones, reducen la emisión de calor, no contienen mercurio (el cual al exponerse en el medio ambiente es altamente venenoso), no crean campos magnéticos altos como la tecnología de inducción magnética, con los cuales se crea mayor radiación residual hacia el ser humano”.